La Alfombra roja de Gloria Martín Diez

Aunque te cueste creer, la vida ha ido desenrollando para ti una alfombra roja, para que camines por ella, porque aunque tú no lo creas… ¡eres una estrella!

Estrella de luz que alumbra la oscuridad de un familiar con demencia, que poco a poco se va adentrando en la niebla y tú te recargas cuando puedes y encuentras un punto de luz.

Dime ¿cómo te hace sentir ser la persona más importante en la vida de tu familiar con demencia?

Nadie te entrega el premio, porque el premio te lo tienes que dar tú, elevando tu autoestima y subiéndote cada día al pódium porque has ganado la carrera más díficil de la vida. Una carrera en la que muchas personas no han querido participar y eso te diferencia de los demás. Es la carrera de la renuncia, el amor y la generosidad y esto no se estudia en ninguna Universidad.

Los conocimientos adquiridos, enriquecen tu vida con valores que no cotizan en bolsa, porque su valor es incalculable y no hay nadie capacitado para hacer la tasación, excepto otras personas que han pasado por la misma situación. 

Te dirán que no seas tonta, que la vida es sólo una y por eso mismo tú lo haces… ¡porque la vida es sólo una!

Todo empieza y todo acaba y aunque tú estás agotada, la recompensa emocional sólo la recibe el cuidador familiar que ha permanecido en el campo de batalla hasta la victoria final. Y cuando sales a la calle, en un día soleado, se proyecta tu propia sombra, esa sombra que a muchas personas asusta porque es muy alargada y tiene mucha luz. Es tu sombra, la que te acompañará toda tu vida y de ti depende si está muy oscura o tiene mucha luz.

Pisa la alfombra roja que la vida ha puesto para ti, porque es la alfombra de las estrellas… ¡la alfombra que te está esperando a ti!

(NOTA: El género está puesto en femenino, porque está referido a la persona cuidadora).